La consideración de la violencia contra las mujeres como una cuestión significativa en la promoción del desarrollo es reciente, aunque durante al menos los veinte últimos años, las instituciones dedicadas a la cooperación internacional al desarrollo han sido llamadas a actuar contra ella. Es una temática presente en iniciativas de promoción del desarrollo internacional de innumerables sectores, tales como la ayuda humanitaria, la prevención de conflictos armados, los derechos humanos, la infancia, la salud, las migraciones y las relaciones laborales. Pese a ello, es difícil conocer en profundidad cuántos recursos los países donantes en el sistema internacional de ayuda al desarrollo dedican a la cuestión, ya que los instrumentos de mediciones disponibles y las metas globales de este campo la reconocen de manera tímida o insuficiente. Esta comunicación pretende debatir los principales hallazgos de la recién presentada tesis doctoral de la autora, que analiza los compromisos y las iniciativas sobre las diferentes formas de violencia contra las mujeres en la política española de cooperación internacional al desarrollo de las últimas décadas. El trabajo desarrolla una metodología propia para rastrear los recursos financieros dedicados a ello, así como para analizar los contenidos de más de dos centenas de intervenciones aprobadas por diferentes unidades administrativas de la cooperación española al desarrollo (especialmente la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo, pero no únicamente). El propósito es entender de manera detallada cómo se define el/los enfoque(s) existente(s) tanto en las orientaciones como acciones de la política española de cooperación internacional al desarrollo sobre la violencia contra las mujeres, considerando la existencia de variados organismos, instrumentos y modalidades de cooperación y la multiplicidad de formas y contextos de este fenómeno. La investigación prioriza un período en el que el tema de la violencia contra las mujeres en el ámbito de la cooperación española al desarrollo destacó especialmente, ya que a partir de 2005 se adopta oficialmente la transversalidad del enfoque de género en esta política pública, lo que significó considerar la igualdad de género como una prioridad sectorial específica y a la vez transversal a los demás sectores de cooperación.
